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Palestina
¿Volverá España a apoyar al estado de Israel en su destrucción del sistema sanitario de Gaza?

Si se pretende un genocidio, nada como arrasar el sistema sanitario y detener, encarcelar, torturar y asesinar a sus profesionales pues al tiempo se elimina un determinante de salud social clave y una expresión de solidaridad que aglutina a la sociedad.
El estado de Israel ha mantenido una estrategia constante de achacar a la Resistencia Palestina (Hamas), la “militarización” de hospitales, centros de salud y profesionales sanitarios, incluyendo las ambulancias. Desde su punto de vista, tal estrategia justifica su aniquilamiento y el ignorar las leyes de la guerra.
El estado de Israel jamás ha demostrado tal hipótesis, de hecho los famosos túneles militarizados bajo los hospitales han resultado ser siempre estancias para máquinas, archivos y demás, sin el menor uso militar posible. Otro tanto ha sucedido con sus profesionales, asesinados, encarcelados y torturados sin justificación judicial creíble.
Si se pretende un genocidio, nada como arrasar el sistema sanitario.
La Asamblea Mundial de la Salud es el órgano decisorio principal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en ella participan sus 194 estados miembros. En mayo y junio de 2024, en Ginebra, tuvo lugar la Asamblea Mundial de la Salud, la número setenta y siete, en la que participó la actual ministra de sanidad de España, Mónica García. En el texto final de la declaración acordada en la misma se incluyó una enmienda propuesta por el estado de Israel al proyecto de decisión recogido en el documento A77/B/CONF./1 que dice literalmente:
“(…) pide la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos en Gaza, entre ellos niños, mujeres y personas mayores, y condena el uso, por parte de grupos armados de los establecimientos de salud, incluidos hospitales y ambulancias, que pone en peligro a la población civil”.
Es decir, la enmienda aprobada por la OMS da por buena la hipótesis israelí de la militarización sanitaria de la Resistencia Palestina (y, por ello, justifica su destrucción y aniquilamiento, según la interpretación israelí).
Como las votaciones son públicas, sabemos que la enmienda israelí recibió el respaldo de sus aliados tradicionales, como Estados Unidos, Reino Unido y Alemania y, sorprendentemente, de países que suelen oponerse al estado de Israel en foros internacionales, como es el caso del reino de España.
No pudo caber ninguna duda acerca del sentido de la enmienda pues durante el debate sobre la resolución, Meirav Eilon Shahar, embajador del estado de Israel en Ginebra, afirmó que «una decisión que no condene también la militarización de las instalaciones sanitarias por parte de los terroristas en Gaza no tiene ninguna intención de mejorar las condiciones sanitarias sobre el terreno».
¿Por qué apoyó España una enmienda que justifica el aniquilamiento del sistema sanitario palestino? No existe informe alguno al respecto, ni en el Ministerio de Sanidad ni en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Tampoco se comentó en los medios españoles, ni generalistas ni sanitarios. Desconocemos, pues, los motivos que justificaron tal apoyo.
Solo podemos hacer notar, que unos meses después (en otoño de 2024) en la reunión de la OMS-Europa (con participación del estado de Israel), en Copenhague, la actual ministra de sanidad del Gobierno de España, Mónica García, fue elegida en representación de Europa para el consejo ejecutivo de la OMS.
El acta de dicha votación es secreta, de forma que no es público si el estado de Israel, como “pago” por el apoyo en Ginebra, apoyó la candidatura de la actual ministra de sanidad de España, Mónica García.
Para intentar tener acceso a tal acta, y a la votación, se requirió el 6 de febrero de 2025 al Ministerio de Sanidad de España, al amparo de la Ley de Transparencia, el acceso a dicha información.
En la respuesta, del 14 de febrero se hizo constar tal secreto, literalmente:
“El acta de dicha reunión no está a disposición de los Estados miembros. Respecto al sentido del voto de los demás países, indicar que el voto es secreto, por lo que no es posible facilitar dicha información”.
Es impensable que se haya “traficado con sangre palestina” en el seno de la OMS, la enmienda en Ginebra y el nombramiento en Copenhague de Mónica García
España tiene un compromiso con Palestina y, aunque no perfecto, ha sido capaz de, por ejemplo, reconocerla como nación independiente. Es impensable, pues, que se haya “traficado con sangre palestina” en el seno de la OMS, la enmienda en Ginebra y el nombramiento en Copenhague.
En todo caso, ¿rectificará España en la Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud de 2025, o seguirá apoyando al estado de Israel en su destrucción del sistema sanitario en Gaza, incluyendo el encarcelamiento, tortura y asesinato de cientos de profesionales?