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Sanidad pública
Médicos cuestionan el contrainforme sanitario del gobierno de Díaz Ayuso
Critican los conceptos esgrimidos en el documento de contestación al Informe del Ministerio de Sanidad y manifiestan sus reservas respecto a la afirmación de que se habrían efectuado 10.000 contrataciones de personal sanitario
El día 16 de mayo el gobierno de la Comunidad de Madrid (CAM), presentó un “contrainforme” contestando los argumentos del Informe del Ministerio de Sanidad que explicaba los motivos para denegar a la autonomía el paso a Fase 1, en la desescalada de la pandemia. Para sentir el pulso del colectivo sanitario hemos recabado la opinión de varios facultativos respecto del documento autonómico.
Los profesionales manifiestan sorpresa ante la línea argumental sostenida por el gobierno de Díaz Ayuso. Por empezar, con la primera consideración, de que la CAM no habría tenido el informe del ministerio antes de que este tomase la decisión de no aprobar el cambio de fase. El Dr. Alberto Cabañas, médico de atención primaria y vocal de personal en formación de AMYTS (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid), aclara “el panel de criterios para cambio de fase es público y conocido. El ministerio sí tenía condiciones de comparar la situación de Madrid con base en ese panel”. Y resume cómo es el procedimiento establecido, “las autonomías solicitan —o no— el cambio de fase y el ministerio toma la decisión y redacta el informe. Ahí no cabe apelación al dispositivo, como no sea a la semana siguiente volver a pedir el cambio, si lo consideran pertinente”, aclara.
Además, valoran que la CAM habría seleccionado párrafos del informe ministerial aportando pocos datos y que, cuando los ofrece, estarían descontextualizados. Según el médico, Madrid actuaría en clave “si tú dices que tengo tanta incidencia acumulada, pues en La Rioja hay más” y “si tú dices que hemos sido la comunidad más castigada, pues Catalunya, más”, ironiza.
“Parece que la CAM se toma —una vez más— esto como un ataque político al hacer comparaciones con París o Gran Bretaña. Cada país ha seguido su propia estrategia, con diferentes tipos de procedimientos y confinamientos”
Los facultativos coinciden en que esa no es una metodología adecuada para construir una argumentación técnica. Y que, si bien pudo haber comunidades que en cierto momento hayan tenido una incidencia acumulada mayor que la de Madrid, también habría que tomar en consideración las complejidades derivadas de las diferentes estructuras poblacionales de cada región. Y, como aclaración metodológica, especifican que una epidemia se distribuye de diferente modo según sea la estructura de población de cada autonomía. Que, aunque una región pueda haber tenido una incidencia acumulada muy alta en un determinado momento, si cuenta con una población menor o de estructura más simple el control será más fácil y, en consecuencia, las medidas pueden implementarse más rápidamente, “por eso no cabe el ‘aquel peor’ como argumento, suena infantil y poco técnico”, remata el Dr. Cabañas.
En sentido parecido, también cuestionan la objeción de la CAM al párrafo del informe ministerial donde se destaca que la densidad poblacional de Madrid es alta y de estructura urbana compleja. Según los médicos, eso es real y hace más difícil ponderar los procedimientos para contener la epidemia. Un facultativo puntualiza, “y eso no es culpa de la CAM, ni el ministerio así lo afirma. Se trata de una mega urbe, en cuanto a transporte y distribución de la población es mucho más compleja, entonces las medidas van a ir más despacio porque son más difíciles de implementar. Y eso es independiente de quién esté al frente del gobierno, no podemos aspirar a aplicar medidas tan rápidamente como en La Rioja o en otros lugares con estructuras más simples o de menor tamaño”, valora.
Sanidad
Las causas (silenciadas) del proceso de privatización de la sanidad
Incremento de las listas de espera, crecimiento de los seguros privados, continuo cambio de manos de las acciones de los hospitales privatizados, deterioro planificado de la atención primaria, recorte de plantillas y del presupuesto dirigido a los centros de gestión directa. Son consecuencias de una privatización sanitaria en la que han participado PSOE, PP y muchos otros partidos políticos, y que ha supuesto el colapso del sistema sanitario ante la crisis del covid-19.
Otro profesional pondera, “parece que la CAM se toma esto —una vez más— como un ataque político al hacer comparaciones con París o Gran Bretaña. Cada país ha seguido su propia estrategia, con diferentes tipos de procedimientos y confinamientos. Aceptar que Madrid tiene que ir más despacio, tanto por su complejidad como por haber sido especialmente afectada por la epidemia es una cosa lógica y no es nada contra el gobierno, forma parte simplemente de la realidad de la epidemia”, remata.
LOS CONTRATADOS NO APARECEN POR NINGÚN LADO
Pero hay un aspecto en que se manifiestan literalmente azorados y es con el anuncio de refuerzos y nuevas contrataciones de sanitarios. El Dr. Ignacio Revuelta, médico de atención primaria comenta, “dicen ‘se está reforzando’, como si estuvieran en proceso de contratación. A nuestro centro de salud no ha llegado nadie durante todo este tiempo, nos preguntamos si es que consideran ‘refuerzo’ a la cobertura de bajas de profesionales que han enfermado por covid-19”. A lo que agrega, “además, arrastrábamos un déficit estructural de muchas plazas de pediatría y de medicina que estaban sin cubrir antes de la pandemia. Si fuera cierto que están contratando a 600 profesionales, igual es poco para 300 y pico centros de salud. Sin contar que, en estos momentos, según lo que informa la página de la Comunidad de Madrid, hay 70 centros de salud que permanecen total o parcialmente cerrados y derivando sus pacientes a otros. Y que todavía no se han reabierto los puntos de urgencias de atención primaria, los SUAP”, remata.
“Yo he preguntado a mis colegas y todavía no he encontrado a nadie que me diga ‘Ah sí, aquí tenemos a una persona de refuerzo’. No aparecen por ningún lado, al menos en nuestros entornos cercanos no están”
Tampoco entiende por qué se prolongan los cierres de esos centros sanitarios, ya que el Ifema se ha clausurado desde hace semanas y los profesionales de atención primaria que fueron desplazados allí han vuelto a estar disponibles. Y, con un toque irónico sentencia, “sumado a esto, si es verdad que han contratado a 10.000, debería haber una sobreabundancia de profesionales para todos los centros. Ellos dicen ‘están en salud mental, urgencias y geriatría’, pero nadie los ha visto. A atención primaria, hasta la fecha no ha llegado ningún refuerzo”.
El Dr. Cabañas toca en la misma tecla, “yo he preguntado a mis colegas y todavía no he encontrado a nadie que me diga ‘Ah sí, aquí tenemos a una persona de refuerzo’. No aparecen por ningún lado, al menos en nuestros entornos cercanos no están”. Otro facultativo confirma, “en mi centro, la única persona ‘extra’ es una enfermera de un colegio, que está con el mismo contrato que ya tenía allí, pero como el establecimiento está cerrado la han trasladado a nuestro centro de salud, pero no es un contrato nuevo, ya existía. La CAM dice que hay nuevos contratados, pero nosotros no somos capaces de encontrarlos. Es todo muy extraño”, remata.
En esta misma línea, es ilustrativo el comunicado del colectivo Atención Primaria Se Mueve (“AP se mueve”). Denuncia que mucho antes de la aparición del covid-19, la CAM padecía un déficit de 600 médicos de familia y 150 pediatras, lo que obligaba a la irrisoria dedicación de atención de cinco minutos por paciente.
Y luego señala que, en la actual fase de desescalada, a las tareas habituales tendrán que agregar las específicas de la pandemia. Significa hacer el seguimiento de los pacientes del covid-19, diagnosticar, trazar contactos, confinar y atender urgencias, problemas crónicos y burocracia. Y reclama, “¿dónde están esos refuerzos?”, en referencia a las presuntas nuevas contrataciones.
EL PROTOCOLO Y LA DISPONIBILIDAD DE TEST PCR
Los facultativos cuestionan también la operatividad real del protocolo que defiende la CAM. Aseguran que recién empezó a aplicarse la semana pasada, solo después de que el ministerio denegase el cambio de fase. El Dr. Revuelta afirma, “esto, independientemente de la fase en que se esté, se tendría que haber estado aplicando desde hace semanas”. Incluso, respecto de la operatividad del protocolo los médicos objetan que esté funcionando plenamente; según este facultativo, “el protocolo apenas se está poniendo en marcha, esta semana hemos tenido una segunda versión y estamos en fase de resolución de dudas sobre él. Sin ir más lejos, ayer mandamos una página con diez preguntas por cosas que no estaban suficientemente explicitadas en el protocolo. Es cierto que estamos avanzando en la realización de PCR y que hay un protocolo, pero esto se tendría que haber hecho mucho antes. Pareciera ser que la CAM, si no le imponen condiciones, no hace las cosas motu proprio y esto es lo que resulta más terrible”, reclama.
“Y además hay listas de espera, algunos pasan para el día siguiente o para el otro, es verdad que van más o menos rápido, pero todos los días usamos todas las pruebas de PCR. Yo creo que eso es estar al límite”
Los médicos también cuestionan el argumento esgrimido por la Comunidad de que cuenta con un número suficiente de PCR. El Dr. Cabañas señala, “en los centros de salud de nuestra área tenemos disponibilidad para realizar 20 PCR diarias y las estamos gastando todas porque tenemos pacientes para ello. Y además hay listas de espera, algunos pasan para el día siguiente o para el otro, es verdad que van más o menos rápido, pero todos los días usamos todas las pruebas de PCR. Yo creo que eso es estar al límite”, concluye.
CLAMOR DE LOS COLECTIVOS SANITARIOS
Los profesionales resaltan que desde el Sindicato de Médicos, la AMYTS, CAS-Madrid, AP se mueve y otras organizaciones se estarían elevando a la CAM propuestas coincidentes, con la intención de agilizar la gestión y hacerla más eficiente. Según el Dr. Cabañas, “la CAM en vez de escuchar a sus profesionales entra en una batalla política contra el Ministerio de Sanidad, en plan ‘nos tienen manía’. Nos cuesta mucho entenderlo. Con la situación que tenemos y todo lo que hay por hacer, es el momento de remangarse y ponerse a trabajar”, invoca.
“Necesitamos la ayuda de la sociedad, de nuestros pacientes, de los periodistas. Necesitamos que los políticos guarden sus espadas y dejen de pensar en cómo posicionarse para cuando esto pase”
Respecto a la conducta beligerante de la CAM en comparación con otras administraciones, el médico resalta “cabría esperar más de un gobierno autonómico, hay otras comunidades gobernadas por partidos que no están en el gobierno, que han ido haciendo su trabajo y avanzando a la Fase 1, cada uno al ritmo que ha podido. Madrid, en vez de aceptar que hay cosas que se hicieron mal y otras que no dependen de lo que hayamos hecho, dedica su tiempo a otras batallas. Hay que garantizar que los rastreos se hagan bien y hacerle caso a salud pública y a la atención primaria cuando te están diciendo que con las plantillas que tenemos no podemos realizar todas las tareas que se nos están pidiendo. Y que busquen la manera de reforzar eso”, concluye.
La asociación “AP se mueve” va en la misma línea al denunciar que “la situación es grave porque la CAM no escucha el clamor de los sindicatos, los profesionales y las sociedades científicas. Los médicos os estamos gritando que queremos hacer nuestro trabajo, sin interferencias, con directrices claras y realizables, test diagnósticos suficientes, equipos de protección adecuados para no poner en peligro a pacientes y profesionales y recursos humanos de carne y hueso, no sobre el papel. Necesitamos la ayuda de la sociedad, de nuestros pacientes, de los periodistas. Necesitamos que los políticos guarden sus espadas y dejen de pensar en cómo posicionarse para cuando esto pase... Todos!”, exhorta.
Sanidad pública
La Marea Blanca advierte que Madrid no está preparada para la fase 1
Esta plataforma en defensa de la sanidad pública denuncia falta de personal en la atención primaria, saturación en los servicios de urgencia y una “priorización del mercado sobre la salud”.