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Ayuntamiento de Madrid
PP y Ciudadanos dilapidan la participación vecinal en el Ayuntamiento de Madrid
El ayuntamiento anuncia la cancelación de 232 proyectos asociados a los presupuestos participativos que involucraban directamente a la ciudadanía. Destacan las peticiones de carriles bicis, parques infantiles y zonas verdes.
Parques infantiles en la Gran Vía de Villaverde. Un carril bici que una Retiro y Menéndez Pelayo. Pintar los pasos de cebra. Servicio de acogida y desayuno en los colegios públicos del distrito. Carriles de 30 km/h para facilitar el uso de la bicicleta en La Latina. Carriles bici que conecten los barrios con el Anillo Verde. Reparaciones de aceras en Moratalaz. Lugares autogestionados para adolescencia y juventud. Todas estas ideas para cambiar la ciudad tendrán que esperar.
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El pasado viernes 4 de septiembre, el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (BOAM) publicó una resolución en la que zanja de forma abrupta 232 proyectos asociados a los presupuestos participativos que habían recibido luz verde entre 2016 y 2019. Desde el grupo de la oposición Más Madrid, parte del cual fue responsable de la puesta en marcha de estos presupuestos, declaran que esta acción “es una falta de respeto a la ciudadanía que participó en estos procesos”.
Nacho Murgui, concejal de la formación, ha atendido a El Salto y señala que “no solo ha sido un ataque contra las personas que se movilizaron para sacar adelante estas ideas, también cuestionan a los técnicos del Ayuntamiento que trabajaron en los proyectos”.
La actual titular del Área de Coordinación, Transparencia y Participación Ciudadana es Silvia Saavedra Ibarrondo, concejala por Ciudadanos. A pesar de que este medio ha tratado de ponerse en contacto vía telefónica con su despacho durante dos días, no se ha recibido respuesta alguna. En el documento publicado en el BOAM señalan que “se producen ciertas contrariedades que han evidenciado la imposibilidad de asumirlos por la gestión municipal”. En un anexo al documento indican diez causas por las que invalidan los 232 proyectos.
“Los motivos son bastante cuestionables, si los traduces a un lenguaje ‘normal’ desde el administrativo, el criterio que unifica todo es: esto es muy difícil”, señala Murgui y añade que “quien está al frente de participación ciudadana está cumpliendo el pacto con VOX, para obtener su apoyo la derecha pactó desmontar la participación ciudadana en Madrid y el ejecutor está siendo Ciudadanos”. En noviembre de 2019 el partido ultraderechista ya “declaró la guerra” a la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), otra herramienta de participación ciudadana fuera de las instituciones.
Repasando la lista de los 232 proyectos, dejando algunos fuera que presentan perspectivas interesantes como la transición a software libre para el Ayuntamiento y las empresas municipales, se pueden agrupar en tres grandes sectores que engloban a la mayoría de ellos: carriles bici, parques infantiles y espacios de ocio para la juventud y zonas verdes. Llama la atención que proyectos del mismo tipo, como los que se asocian a carriles bici, son cancelados aduciendo a razones muy distintas.
“Cuando señalan como excusa que el proyecto involucra a otros actores que no son públicos, niegan la posibilidad de que el Ayuntamiento se comunique con estas partes implicadas”
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS: LOS DATOS
Entre 2016 y 2019, la ciudadanía aprobó un total de 1.214 proyectos de presupuestos participativos a través del portal Decide Madrid y de votaciones populares en urnas repartidas por toda la ciudad. En estos cuatro años se han finalizado 132 proyectos por valor de 24 millones en 2016 y 30 millones el resto de años, según los datos aportados por la plataforma Decide Madrid. El reparto no es homogéneo ya que se pueden encontrar proyectos que van desde los 20.000 euros hasta los 5 millones de asignación presupuestaria.
Las cifras de participación son significativas, ya que muestran cómo el proyecto comenzó con la participación de 45.000 personas en 2016, que creció hasta las 91.000 en 2018 y se redujo a 75.000 en 2019, cuando Ahora Madrid perdió la alcaldía de la ciudad. Rommy Arce, ex-concejala de Ahora Madrid en los distritos de Arganzuela y Usera, señala que “han dado a entender que no había una evaluación seria y no era para nada así. Se hacían encuentros presenciales donde se debatían durante horas los proyectos, había procesos de votaciones telemáticas y presenciales paralelos. Todos los proyectos tenían un informe técnico que los avalaba, el coste ya estaba asignado en los presupuestos”. Arce relata a El Salto cómo los criterios de selección se discutían largamente entre quienes participaban, “se trataba de priorizar cosas como que la medida afectase a gran parte de la población, que favoreciese una ciudad inclusiva o que redujese la desigualdad social”.
“Se trata de desmotivar a la gente más activa. Muchos ni siquiera nos votaron a nosotros. Era gente sensibilizada a la hora de cambiar su entorno. Ver cómo echan por tierra todo después de haber pasado mucho tiempo trabajando en ellos hace que la gente diga ‘una y no más’”
Algunos de los proyectos cancelados contaban con hasta 7000 avales de la población. En la web del Ayuntamiento se pueden leer largos debates en los comentarios de algunas votaciones. El proceso que se ha repetido anualmente consta de siete fases en las que el proyecto se presenta, se revisa, se calculan los apoyos, se evalúa su viabilidad, se revisan los costes y se vuelve a votar antes de difundirlo. “Dentro de este proceso ya existía una fase de desestimación donde se indicaban los detalles de la inviabilidad de los mismos”, añade Arce.
Carlos Sánchez Mato, profesor de Economía en la UCM y ex-delegado del Área de Gobierno de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento entre 2015 y 2017 (cuando fue retirado por Manuela Carmena por oponerse al pago de la deuda que exigía el Partido Popular desde la administración central) critica la opacidad de este proceso. ¿Podemos saber cuánto dinero se ha retirado que ya había sido asignado a proyectos demandados por la ciudadanía? “Se puede hacer pero es un trabajo largo y tedioso. De todas formas no hablamos de grandes cantidades de dinero. Se trata más bien de deshacer lo que se hizo, además, son excusas muy mal trabajadas”. “Cuando señalan como excusa, por ejemplo, que el proyecto involucra a otros actores que no son públicos, niegan la posibilidad de que el Ayuntamiento se comunique con estas partes implicadas”, añade Arce.
NO SON SOLO CIFRAS
“Pero la cuestión no son las cifras”. Este entrecomillado corresponde a los tres concejales consultados por El Salto. Murgui, Arce y Sánchez Mato coinciden en señalar que el ataque a estos presupuestos tiene otras dimensiones más sensibles que las meramente técnicas o presupuestarias. “Tendrían que dar una explicación de dónde van a dirigir ese presupuesto. Pero no creo que lo hagan. Tratándose del PP muy probablemente ese dinero acabe en sus redes clientelares de empresas privadas”.
Consuelo es una mujer jubilada que vive en el distrito de Puente de Vallecas, lleva participando en los Foros Locales (otra de las iniciativas que impulsó Ahora Madrid) desde su creación y también ha participado activamente en tres proyectos asociados a los presupuestos participativos. “Hicimos uno de campamentos de verano para los niños de Vallecas, otro de gabinetes psicopedagógicos para escuelas públicas y uno para dotar de material escolar a los niños más necesitados”. A pesar de que apoya la iniciativa de que la ciudadanía participe activamente en el uso del presupuesto, critica varias facetas del programa. “No me gusta que hagan competir entre sí distintos proyectos en el barrio, esto genera roces y quienes tienen mejor dominio de las redes sociales consiguen más apoyos para sus proyectos”.
En el problema de la brecha digital coincide plenamente Carmen, que también participa en los Foros Locales del distrito Fuencarral-El Pardo y se ha involucrado en varios proyectos. “Yo he trabajado como técnica de participación ciudadana en otros ayuntamientos que no son el de Madrid. Aquí, con la asociación La Flor, llevamos demandando presupuestos participativos desde 2010. Cuando se iniciaron entramos a fondo, pero nos encontramos varios obstáculos. Los proyectos necesitan más tiempo para desarrollarse, pero el principal problema es la falta de comunicación con los técnicos”.
Consuelo, de nuevo, coincide con el planteamiento. “Elaboramos un proyecto entre varias, te lo curras en tu casa, el objetivo, la pasta necesaria, lo haces todo. Y si se aprueba el proyecto, un grupo de técnicos se ocupan de ellos y ya no puedes intervenir para nada en el proyecto”. “Deberían sentar a las personas que lo han ideado en la mesa de técnicos. Me da la impresión de que esas cifras de participación que salen en la web son volátiles y líquidas”.
“No se trata de grandes presupuestos, pero la participación ciudadana siempre fue una piedra en el zapato de la derecha, por la potencialidad que representa. La participación de la gente es muy lesiva para sus planes de ciudad”
“No se trata de una medida que haya aparecido en grandes titulares. El PP y Ciudadanos no han sacado rédito de imagen hacia su electorado. Tampoco se trata de grandes presupuestos, pero la participación ciudadana siempre fue una piedra en el zapato de la derecha, por la potencialidad que representa. La participación de la gente es muy lesiva para sus planes de ciudad”, señala Sánchez Mato. Murgui añade que “llama la atención que las medidas de movilidad sostenible que se han echado atrás van en la dirección contraria al modelo de ciudad que persigue la derecha”.
“Hay quien ha señalado que la población involucrada no es un número representativo del total de la ciudadanía, pero se trata de una cuestión de valorar el esfuerzo y tiempo que ha invertido toda esa gente en los proyectos. Hemos tenido arquitectos que han presentado planos para desarrollar carriles bicis que no tienen nada que envidiar a los técnicos del Ayuntamiento”, cuenta Sánchez Mato.
Democracia participativa
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Varios países han avanzado mucho en la participación ciudadana a través de mecanismos de e-información, consulta y toma de decisiones. Sin embargo, sus expertos alertan de la dificultad de implicar a la ciudadanía en herramientas que pueden hacer de dique ante la progresiva reducción a lo representativo de la política institucional.
Los tres coinciden en otra idea. Ponderar la representatividad de las decisiones tomadas solo en base al número de participantes respecto al total de habitantes de la ciudad encierra una trampa, ya que quienes ocupan su tiempo libre en tratar de cambiar el espacio publico son quienes lo utilizan y necesitan, quienes no construyen sus vidas en espacios privados.
“Se trata de desmotivar a la gente más activa. Muchos ni siquiera nos votaron a nosotros. Era gente sensibilizada a la hora de cambiar su entorno. Ver cómo echan por tierra todo después de haber pasado mucho tiempo trabajando en ello hace que la gente diga ‘una y no más’”, sentencia Sánchez Mato.
Consuelo coincide plenamente. “El PP se frota las manos porque quienes quedamos en los Foros Locales somos gente muy mayor y nos cuesta mucho mantener la participación”. Carmen, por su parte, añade otra preocupación al futuro de estos presupuestos, “ya nos han llegado noticias de que se está proponiendo que las empresas sean las que financien las peticiones ciudadanas. La colaboración público privada es un mal que tenemos que evitar. Nuestro objetivo a largo plazo es que seamos la ciudadanía la que controle todo el presupuesto del Ayuntamiento”.