Elecciones Madrid 4M
Eduardo Rubiño: “El tiempo ha demostrado que Más Madrid no es una fuerza coyuntural ni caprichosa”

Rubiño tiene 29 años, es diputado en la Asamblea de Madrid, también senador, y ocupa el número 14 de la candidatura de Más Madrid.
Eduardo Rubiño Mas Madrid - 3
Eduardo Rubiño, activista LGTBI y diputado y senador por Más Madrid. No CC David F. Sabadell

Eduardo Fernández Rubiño se acercó al movimiento estudiantil en el momento en el que puso un pie en la Facultad de Filosofía, donde le pilló el 15-M. Participó en la fundación del colectivo Juventud Sin Futuro y luego formó parte de Podemos, aunque en 2018, cuando la entonces alcaldesa de Madrid Manuela Carmena presentó un nuevo partido con el que concurrir a la elecciones de 2019 al Ayuntamiento de Madrid —y con Íñigo Errejón encabezando la candidatura de este partido en la lista autonómica—, Rubiño vio clara la necesidad de crear ese nuevo espacio. Hoy acompaña a Mónica García en la lista de Más Madrid, un partido al alza según las encuestas: la de Metroscopia para El País de este 28 de abril lo sitúa como cuarta fuerza con 25 escaños y al candidato del PSOE le preguntan que si teme un sorpasso de García.

Rubiño tiene 29 años, es diputado en la Asamblea de Madrid, también senador, y ocupa el número 14 de la candidatura. En su primer día en la Asamblea, un diputado del PP le dijo “ya verás lo complicadas que son las mujeres” y él le aclaró: “A mí me gustan los hombres”. Así salió del armario en la política.

A cuatro días de las elecciones, ¿cómo va el sorpasso?
Nosotros estamos concentrados en ganar a Ayuso, en evitar un Gobierno de Ayuso con la ultraderecha que nos parece que solamente contribuiría a continuar con el desgobierno que ha vivido Madrid, que ha liderado todas las cifras negativas en esta pandemia, que ha desmantelado la atención primaria, que ha dañado nuestro sistema educativo y que, consideramos, no puede durar ni un minuto más. Eso es lo que nos está ocupando. Pero evidentemente estamos ilusionados con la tendencia que marcan todas las encuestas porque están revelando una cosa que creo que es muy ilusionante: que no tenemos techo, que esta campaña nos empezó dando un resultado modesto y no hemos parado de crecer a lo largo de toda la campaña de manera sostenida, ahora mismo con unas expectativas muy favorables para Más Madrid.

¿Hay un “efecto Mónica”?
Sin ninguna duda hay un efecto Mónica, que tiene que ver con el reconocimiento a una mujer trabajadora, a una mujer valiente, profesional, rigurosa. Los madrileños están descubriendo que ella no solamente ha hecho un trabajo como sanitaria defendiendo la Sanidad Pública desde los tiempos de la Marea Blanca, no solamente ha hecho un oposición muy contundente a Ayuso, sino que además es la persona más adecuada para ser presidenta de la Comunidad de Madrid porque tiene esa autenticidad. Al final, Mónica creo que está representando las esperanzas en esta campaña, una campaña en la que hemos oído mucho ruido y en la cual creo que Mónica representa lo más positivo: una persona que puede hacer que las instituciones se dediquen a cuidar de la ciudadanía, que creo que es el objetivo fundamental.

Elecciones Madrid 4M
Los números para el optimismo de la izquierda de cara a las elecciones del 4 de mayo
En una década, el PP ha perdido 664.088 votos en Madrid, mientras la izquierda y el centro izquierda han ganado medio millón de votos. Las encuestas dicen que Isabel Díaz Ayuso será de nuevo presidenta de la Comunidad de Madrid, pero hay números que permiten cuestionar ese relato.

¿Qué lectura haces de que se esté produciendo este “efecto Mónica” a pesar de Pablo Iglesias, o además de Pablo Iglesias?
En el caso de Mónica, realmente hay un trabajo previo ligado a la realidad de Madrid y sobre todo un estilo de hacer política que tiene que ver con hablar de lo que de verdad le importa a la gente, alejarse de las soflamas que normalmente escuchamos. Eso, al final, es lo que está reconociendo la gente. La gente está encontrando en Mónica una forma distinta de hacer política y creo que eso es un signo de identidad de nuestro proyecto político que avala que sumábamos más presentándonos de esta forma a las elecciones.

Hace una semana del debate en la Ser que se supone que cambió el rumbo de la campaña electoral, en el que Pablo Iglesias se levantó y se fue tras el rechazo de la candidata del partido de extrema derecha, Rocío Monasterio, a condenar la amenaza que había hecho pública. ¿Se tenía que haber levantado Mónica García del debate? ¿Y tú, qué hubieras hecho?
Es difícil saber cómo se reacciona en el momento en el que ocurre una cosa tan sorpresiva en mitad de un debate, pero creo que la reacción fue correcta. Mónica tuvo una respuesta muy contundente, no solamente condenando lo que había sucedido sino denunciando una actitud completamente inadmisible por parte de Rocío Monasterio. Después se tomó la decisión de no participar en más debates con la ultraderecha y no se ha llevado a cabo ningún otro en esas condiciones, fundamentalmente porque eso hubiera supuesto poner un escenario para que este show que montaron se volviera a repetir.

Nosotros pensamos que lo mejor para las opciones de la izquierda en la Comunidad de Madrid pasa por devolver la campaña a la conversación sobre lo que de verdad importa: la Sanidad Pública, lo que ha pasado con la pandemia, con nuestros centros educativos. Eso es de lo que queremos que hable la campaña y aunque evidentemente hemos sido claros al respecto del riesgo de involución democrática que supone un Gobierno de Ayuso de la mano de Monasterio, creemos que la campaña tiene que volver a hablar de lo que importa a los madrileños porque con eso es con lo que podemos ilusionar a la gente, con una esperanza de cambio real para la Comunidad de Madrid.


¿No es tarde ya para eso?
Es que creo que en parte lo hemos conseguido. Creo que si la campaña de Más Madrid está funcionando como avalan todas las encuestas y si se está generando una ola de ilusión en torno a Mónica es precisamente porque hemos continuado en ese carril sin dejar de denunciar y advertir de ese riesgo de involución democrática, pero centrándonos muy claramente en que no nos van a desviar de hablar nuestras propuestas, de nuestro proyecto para Madrid.

Creo que la campaña ha tenido muchísimo ruido, lo está teniendo, y que eso ha alejado a muchísima gente de la política. En esa ceremonia de los aspavientos ganan siempre los mismos

¿Es una campaña “polarizada”, como dicen los medios mainstream?
Efectivamente creo que la campaña ha tenido muchísimo ruido, lo está teniendo. Pero es que creo que eso ha alejado a muchísima gente de la política. En esa ceremonia de los aspavientos ganan siempre los mismos. Y, en ese sentido, nosotros planteábamos hacer algo diferente y es en lo que nos hemos mantenido firmes.

321 incidentes durante el período completo del año 2019 hacia el colectivo LGTBI es el dato más reciente del Observatorio contra la LGTBfobia. ¿No era Madrid una ciudad orgullosa?
Lo primero que hay que decir es que esos datos reflejan lo que el Observatorio es capaz de detectar, ellos mismos dicen en el informe que del porcentaje que se denuncia al porcentaje que se puede detectar, hay mucha diferencia, y además las cifras siguen estando muy alejadas de la verdadera cantidad de incidentes de odio que tienen lugar en las calles y nunca llegan a verse reflejados porque hay unos niveles de infradenuncia muy grandes. A mí me hace gracia cuando la ultraderecha habla de barrios seguros, cuando el principal motivo de inseguridad de las personas LGTBI es precisamente esos discursos que alientan y legitiman una violencia que sigue teniendo lugar en nuestras calles y todavía no hemos erradicado. En una ciudad como Madrid, que ha conseguido avances históricos importantes, siguen latiendo, sigue siendo un fenómeno al que no hemos hecho frente con suficiente fuerza.

Además, hay que recordar que el Ayuntamiento de Madrid ha retirado los fondos al Observatorio, echando por tierra un proyecto que estaba consolidado y que era esencial para tener una fotografía real de la situación de la LGTBIfobia en Madrid.

En la Comunidad de Madrid existen leyes de igualdad LGTB y trans. ¿Para qué sirven?
La Ley LGTBI de Protección Integral contra la LGTBIfobia [Ley 3/2016] y la Ley Trans [Ley 2/2016] son dos victorias que se consiguieron en la legislatura pasada, de los colectivos y de todos los que formamos parte de aquella legislatura. Creo que conseguimos alcanzar un consenso fundamental para tener unas leyes que eran pioneras y que avanzaban en derechos en la Comunidad de Madrid. Son leyes que servirían para muchas cosas: para garantizar derechos y para proteger a las personas LGTBI y en concreto a las personas trans que es la parte más vulnerables del colectivo LGTBI. El problema que hay es que las leyes son muy bonitas pero si no van acompañadas de recursos, de desarrollo reglamentario, de la acción de un gobierno que las desarrolla y las impulsa, son muy bonitas para ponerlas en un marco en la pared pero se acaban convirtiendo en papel mojado. Y, desgraciadamente, la ley LGTBI y la ley trans de la Comunidad de Madrid siguen muy poco desarrolladas.

Por ejemplo, la ley 3/2016 tiene un artículo muy facilito, que es la creación de un Consejo LGTBI de la Comunidad de Madrid, y a día de hoy no se ha reunido ni una sola vez. Estamos hablando de una ley que se aprobó en 2016 y no han sido capaces ni siquiera de generar un órgano de participación entre los colectivos y el gobierno para que exista esa comunicación permanente al respecto de cual es la situación de las personas LGTBI en la Comunidad de Madrid, es un despropósito. Nosotros desde luego una de las primeras cosas que haríamos sería poner el acelerador para desarrollar en su totalidad ambas leyes, que ahora mismo están sin cumplirse.

Recientemente hemos visto cómo un diputado atacaba a Carla Antonelli al negarse a dirigirse a ella con su identidad. ¿Hay LGTBfobia en la asamblea o fue un incidente aislado?
A mí me dejó escamado porque me parece que cuando se atreven a saltar la barrera personal, directamente haciendo missgender [dirigiéndose a alguien con una identidad que no le corresponde] a una persona trans, además un referente como es Carla, de una manera tan deliberada y tan cruel, creo que es otra línea roja más que han hecho saltar por los aires desde Vox.

Hay que combatir en las instituciones la LGTBIfobia que representa la entente fanática de Ayuso y de Vox

Pero la LGTBIfobia en la Asamblea no está principalmente en lo que sufrimos las personas LGTBI que estamos ahí dentro. Creo que la LGTBIfobia en la Asamblea de Madrid está en quienes dicen que habría que volver a legalizar las terapias de conversión, está en los que quieren aprobar el veto parental o en que la presidenta Ayuso diga que hay determinados artículos de la ley LGTBI o trans que deberían ser derogados porque, en palabras de ella, “forman parte de la tiranía progre”. O cuando la presidenta dice que las agresiones por LGTBIfobia no le quitan el sueño a los madrileños. Claro, a ella probablemente no, pero a muchos madrileños que tienen miedo de cogerle la mano a su pareja por la calle ya te digo yo que sí les quita el sueño. Esa es la LGTBIfobia que hay que combatir en las instituciones, la que representa la entente fanática de Ayuso y de Vox.

Elecciones Madrid 4M
¿Quién se beneficia de los bajos impuestos de Madrid y cuánto dejan de pagar?
Mucho se habla del paraíso de la libertad fiscal de Madrid, pero si analizamos quién deja de pagar y las nuevas promesas de Díaz Ayuso vemos que siempre se benefician los mismos.

¿Qué propuestas tiene Más Madrid para el colectivo LGTB?
Uno de los aspectos fundamentales es el desarrollo de una estrategia integral educativa que ponga la educación afectivo sexual a funcionar en la Comunidad de Madrid. No solamente queremos parar la amenaza del veto parental, que nos parece un atentado contra los derechos de los niños y de las niñas a desarrollarse en libertad, que es el objeto que tiene la educación según la Constitución, se trata de ir mucho más allá. Necesitamos que la Comunidad de Madrid coordine todos los esfuerzos y que ponga a funcionar los talleres LGTBI, el acceso a la información, a esa diversidad que algunos están intentando eliminar de las aulas y que nosotros creemos que es una herramienta fundamental para luchar contra el acoso escolar. Ahí tenemos una prioridad.

Otro de los aspectos es el desarrollo de la ley trans, igual que estamos pidiendo que se apruebe una ley trans a nivel estatal, en la Comunidad de Madrid hay que poner a funcionar artículo por artículo las cuestiones referidas a los derechos de las personas trans. Y creemos que sería muy positivo que en la Comunidad de Madrid hubiera un centro integral LGTBI que por un lado sirviera de espacio para el trabajo de los colectivos, que sirviera de sede para el centro de Documentación y Memoria Histórica que viene reflejado en la ley 3/2016 y que todavía no tiene lugar y que además siguiera el ejemplo de Transit en Barcelona como herramienta para que las personas trans puedan acudir y tener sus necesidades cubiertas.

El PSOE está haciendo en este momento mucho daño a personas trans que vieron con esperanza la formación de un gobierno progresista que llevaba en su acuerdo de coalición una ley trans

Has señalado cómo la extrema derecha pone la vida más difícil a ciertos colectivos, entre ellos las personas LGTBI, pero ¿no tiene el PSOE parte de responsabilidad en los discursos de odio contra las personas trans?
Me parece que el PSOE está haciendo en este momento mucho daño a personas trans que vieron con esperanza la formación de un gobierno progresista que llevaba en su acuerdo de coalición una ley trans que se ha demandado históricamente y que ya tocaba, ya es hora de que abordemos esta deuda pendiente. Creo que en la agenda de movimiento LGTBI está muy claro que hay una prioridad histórica con esta cuestión y esta situación no se está viendo correspondida por un Partido Socialista que está poniendo palos en las ruedas en todo momento. Sé que no es todo el partido, ahí están los ejemplos de personas como Carla, que están levantando la voz para reclamar que se cumpla con el acuerdo de investidura y que se apruebe una ley que es imprescindible para conseguir autodeterminación de género, despatologización, para conseguir que se avance con respecto a una ley que está obsoleta que es a ley del 2007. Esta ley tuvo un sentido en ese momento costó esfuerzo lograrla, fue un avance, pero en este momento está obsoleta y España tiene que actualizarla.


Vienes del 15M, ¿cómo fue tu acercamiento al 15M?
Lo que recuerdo es que vivimos un momento de desafección política que en algunos aspectos recuerda a sensaciones que estamos teniendo ahora, en la medida en que hubo un momento en el que parecía que no se podía hacer nada para cambiar ciertas cosas,  había una desafección generalizada y eso cristalizó muy rápidamente en un movimiento superpotente que nos cambió por completo la vida en el sentido de hacernos de repente partícipes del futuro de nuestro país. En general para nosotros, que formábamos parte de un colectivo como Juventud Sin Futuro,  supuso la constatación de que nuestra generación, que había sido ignorada sistemáticamente, podía abrirse paso sin pedir permiso a nadie para tomar las riendas del futuro democrático de nuestro país. Y creo que eso fue importantísimo y ha dado lugar a muchos cambios aunque también ha supuesto una trayectoria en la que nos hemos topado con límites, con sinsabores.

¿Por qué hablas en plural? Yo quiero saber en qué momento tú bajas a una plaza y dices “aquí está pasando algo superpotente”.
Hablo en plural porque lo vivimos en colectivo, fue una experiencia compartida de mucha gente que estábamos en las facultades, que formábamos parte de aquello. Yo estaba estudiando Filosofía, estaba en mi segundo año de carrera y me fui metiendo en el movimiento estudiantil cuando de repente empezó la crisis. La verdad es que lo que había era una sensación parecida a la que probablemente ahora tengan muchos jóvenes, una sensación de que lo que estábamos haciendo con nuestros estudios estaba totalmente enfrentado a un futuro en el que no había ninguna expectativa, y sobre todo yo tenía junto con los compañeros la sensación de que se nos estaba haciendo pagar el coste de una crisis que nosotros no habíamos provocado.

Recuerdo, para empezar, cómo en las primeras reuniones en las que montamos el colectivo Juventud Sin Futuro me encontré con mucha gente que después han sido mis compañeros de trayectoria política en estos años. Conocimos a mucha de la gente que luego formaría parte del 15M, de las movilizaciones que después tuvieron lugar en los años de protestas, después de la creación del espacio del cambio tanto en Madrid —Ahora Madrid—, como Podemos. Ha sido una trayectoria de la que me llevo muchas cosas.

Hasta ese 15M, ¿cuál era tu interés por la política?
Mi familia siempre ha estado bastante politizada. Mi padre ha sido conocido por ser bastante cañero, un profesor de izquierdas. Y mi madre, sin tener tanta actividad pública, siempre ha tenido sus ideas muy claras. Digamos que yo mamé mucho en casa desde el primer momento el interés por la política y por lo que sucedía en el mundo. Supongo que eso me predispuso a involucrarme desde que puse un pie en la facultad.

Tú empiezas en otro partido que es Podemos. ¿Qué pasó para que eligieras luego Más Madrid? ¿Fue doloroso?
Claro que lo fue. Al fin y al cabo, era un proyecto que habíamos levantado de cero, con toda la ilusión. Pero hay veces que para defender tus mismas ideas tienes que hacerlo desde espacios diferentes y yo en las pasadas elecciones tenía muy claro que la mejor opción para Madrid pasaba por Manuela Carmena y por Íñigo Errejón, y que si eso pasaba por construir un proyecto más abierto, que se abriera a gente que no se identificaba cerradamente con la identidad de Podemos, sino que quería sencillamente apostar por ese proyecto de Madrid que representaba la candidatura de Manuela y de Íñigo, creo que era la vía correcta. Y creo que los resultados, aunque no fueron satisfactorios porque no se logró desbancar a la derecha en la comunidad y revalidar el ayuntamiento, lograron un respaldo tan importante como que somos la primera fuerza política en el Ayuntamiento de Madrid y una fuerza muy importante en la Comunidad de Madrid que supuso sembrar la semilla para lo que estamos haciendo ahora. Gracias a que se constituyó esa plataforma hemos podido asentar una organización militante durante estos años que, de alguna manera, ha hecho que estemos ante estas elecciones con esta fuerza y esta ilusión que está representando en este momento la candidatura de Mónica.  

Creo que la radicalidad de las propuestas en lo que tiene que ver con los objetivos políticos de transformación de la Comunidad de Madrid están intactos

¿Das entonces por validadas las hipótesis que llevaron a fundar Más Madrid?
El tiempo ha demostrado que hacía falta una fuerza política como Más Madrid, y que no era, como algunos dijeron, una cosa coyuntural y caprichosa, sino que  obedecía a la necesidad de un espacio político que estaba por cubrir en Madrid y que los madrileños no solamente reclamaban sino que han consolidado en este tiempo. Ese espacio político nosotros pensamos que es el de una fuerza verde, lo cual no significa una fuerza que solamente hable del reto del cambio climático, que es un asunto fundamental, sino que política verde para nosotros significa que la política se ocupe de lo cotidiano, de lo cercano y de todo aquello que parte de la base de que somos vulnerables y que necesitamos reconstruir una verdadera comunidad.

Este espacio que habéis creado, ¿crees se funda sobre unas tesis menos transformadoras que las que salían del 15M? ¿Es más moderado?
En absoluto. Creo que la radicalidad de las propuestas en lo que tiene que ver con los objetivos políticos de transformación de la Comunidad de Madrid están intactos, nuestro programa recoge más de 800 propuestas para Madrid que creo que de hecho hemos ido afinando conforme hemos adquirido una experiencia en estos años que nos han permitido tener un programa más preciso y riguroso, y al mismo tiempo es realmente transformador para Madrid. En ese sentido estoy superseguro de que las propuestas que tenemos son las mejores para la Comunidad de Madrid.

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#88549
30/4/2021 18:21

Bueno, veremos si es capaz de sobrevivir a sus primeras espadas, cuando el común de las personas empieza a indagar y vea por ahí Garcías Castaños, Tanias Sáncheces y Ritas Maestres pues verá que el experimento no deja de ser que Podemos se quedaba pequeño para tanta aspiración y tantas aspiraciones. Movimiento Al Socialismo, somos Más, pretende funcionar a nivel de metrópoli arrinconando al espacio eurocomunista y bajo un manto de verdades a medias como un producto para personas con prisas y sin mucho por la política, seguramente funcione momentáneamente pero cuando Iglesias esté amortizado irán a por Movimiento Al Socialismo como auténticas perros de presa y los mismos problemas que asolan a la izquierda eurocomunista incluso la socialiberal, aparecerán...por encima de todos ellos el territorial. Acaso pretenden ser fuerza moderada de la mano de Teresa Rodríguez en Andalucía. Más allá de Madrid el relieve está pindio y si Maestres, Tanias y Errejones no abandonan la primera línea estarán matando el proyecto antes siquiera de nacer...su tiempo ya pasó.

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#88533
30/4/2021 16:21

Ya que el salto (de madrid, mucho madrid) ha sucumbido al electoralismo se agradece que hagan hueco a los otros, que tanto dorar la píldora al de galapagar ya estaba dando vergüenza... Y ganas de cancelar la suscripción. Deseo de corazón que tras el 4m volváis a la razón.

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