Parque San Isidro Protesta 4 Octubre
Familias de Carabanchel se concentraron ya el pasado octubre para denunciar la relegación de la infancia

Cuidados
Madres y padres convocan una histórica huelga el 18 de enero para denunciar la emergencia conciliatoria

Las familias preparan un paro para visibilizar la crisis de cuidados que está generando los cierres de colegios y confinamientos escolares.
Sarah Babiker
15 ene 2021 06:00

Huelga apocalíptica. Así han decidido llamar madres, padres, profesorado y alumnado al paro que el próximo 18 de enero protagonizarán trabajadoras y trabajadores con hijas e hijos a cargo. “Ya sabemos que el nombre es un poco fuerte, pero tal como vamos, o le dábamos un toque impactante o no encontrábamos acomodo en la agenda setting”, dice Mariló Fernández, una de las impulsoras de la iniciativa.

Fernández, integrante de una asamblea feminista del Sur de la capital, señala que el detonante ha sido esta última semana sin colegios en la Comunidad de Madrid, una situación que amenaza con prolongarse a la semana que viene. Sin embargo, ante la hipótesis de un reconfinamiento en diversas Comunidades Autónomas, la iniciativa ha adquirido alcance estatal. “Ya tocaba: años diciendo que si nosotras paramos se para el mundo, pues mira, ya va siendo hora de cumplir con la amenaza. Porque lo que no puede ser, lo que no podemos soportar un minuto más, es que el mundo siga girando a costa de que nos inmolemos”, valora Fernández para El Salto en conversación telefónica, mientras se escucha de fondo un enervante ‘¡¡¡Mamá!!!’. “¿Eso es en tu casa o en la mía?”, logra articular la activista, riendo nerviosa antes de colgar. 

Los grupos de wassap arden con la convocatoria de huelga, los de madres y padres pero también los de los trabajos. Ningún sindicato por ahora ha secundado el paro. “Entendemos que es discriminatorio amparar solo a una parte de las plantillas, si ya nos complicastéis la vida con el 8m, imagínate con esto, las y los trabajadores que no tienen hijos e hijas pequeños sufrirían una mayor carga de trabajo”, defiende Camilo Sánchez, coordinador de la Central Sindical General.

“A ver, una huelga es una huelga. Obviamente que el objetivo no es que el curro que nosotras no haremos  lo hagan otros. La idea es que se note que hay mucha gente que está cuidando y trabajando al mismo tiempo, y que ya no podemos más”

Desde el colectivo Cansancio, muy activo en la difusión de la convocatoria, no lo ven así: “A ver, una huelga es una huelga. Pues habrá servicios mínimos, pero obviamente que el objetivo no es que el curro que nosotras y nosotros no haremos como forma de protesta lo hagan otros. Hombre por dios. La idea es que se note que hay mucha gente que está cuidando y trabajando al mismo tiempo, y que ya no podemos más”, comenta Inés Bolsa, afiliada a un sindicato minoritario cuyo nombre no quiere dar porque tampoco es que se hayan mojado mucho. Inés B. no entiende el por qué de estas resistencias: “lo único que queremos es sacar nuestro apocalipsis del ámbito privado y trasladarlo al debate público”.

Cuentan tanto Fernández como Bolsa que el empujón definitivo para pasar a la acción se lo han dado abuelas y abuelos. “Hacemos lo que podemos por ayudar, dentro de este contexto tan poco apropiado de la pandemia”, dice Celestina N. de la coordinadora de abuelas Silvia Federici. “Pero, lo que llaman amor, nosotras lo llamamos trabajo no pago”, sentencia, “y así se lo hemos comunicado para que dejasen ya de buscar apaños individuales a un problema colectivo”.

Elvira H. trabaja en el sector de la hostelería y está acostumbrada a hacer todo tipo de encaje para compatibilizar su trabajo con los cuidados, ya desde antes de la pandemia. Obligada a ir a trabajar a riesgo de perder su puesto, no se muestra muy optimista respecto al paro del lunes. “Muy apocalíptica no va a poder ser el tema cuando tantas no estamos en condiciones de poder sumarnos”, dice Elvira H. “Es triste que cuantas más razones tienes para hacer huelga más difícil te resulta plantarte”, sonríe antes de añadir que todo esto le recuerda un poco a “un par de 8 emes” en los que tampoco pudo parar. 

Para Miguel T, esto no es, ni debe ser, una cuestión de mujeres. “Feminista sí, desde luego, porque se trata de poner los cuidados en el centro”, comenta este padre y socio del AFA de su colegio. “Hay algo en lo que creo que no se está haciendo ningún hincapié: si yo digo en mi trabajo que no puedo ir o currar para antender a mi hijo, a medio o largo plazo me quedo sin trabajo. Se trata del principal ingreso en nuestra casa. Mi mujer cobra menos y en su trabajo son más flexibles porque entienden que se tiene que encargar del niño”, explica Miguel. “Bueno, pues ahí tienes la trampa perfecta. ¿Que cómo se sale de esta trampa? La verdad entre el curro y las horas de cuidados, no me da la cabeza para llegar a ninguna conclusión”.

“Se habla mucho de los permisos iguales, a mí me parece bien que los hombres tengamos bajas paternales más largas, pero la crianza dura mucho más de cuatro meses”, considera este padre. “Yo lo que quiero es decirle a mi jefe que no voy a poder entregar un informe porque tengo al niño en casa sin que se me haga un nudo en la garganta”, confiesa.  Para Miguel sin embargo, la huelga apocalíptica es una buena medida de presión a la que sí que puede sumarse: “es un poco triste, pero me resulta más justificable ante mi empresa hacer huelga un día, que decir cotidianamente que qué hago con la criatura”.

“Como docentes insistimos en que las escuelas no son guarderías a las que llevar a los niños para poder trabajar. Como madre quiero dejar a mis hijos donde sea, cualquier niñódromo me vendría bien”

Profesora y madre, Luz S. está haciendo muchos esfuerzos por no tomar ansiolíticos. “Creo que hay un falso dilema de fondo contra el que nos estrellamos: Como docentes insistimos en que las escuelas no son guarderías a las que llevar a los niños para poder trabajar, en medio de una pandemia o con temperaturas bajo cero. Como madre trabajadora quiero dejar a mis hijos donde sea, cualquier niñódromo me vendría bien la verdad”. En esa marasma sin identificar, en ese pozo ciego entre abrir los colegios con lo que eso pueda implicar en cuanto a riesgos para plantillas y alumnado y dejar a las criaturas en casa con lo que eso conlleva para ellas y sus estresados progenitores, está el inexistente sistema de cuidados a la infancia.

“Llámale pozo negro o cráter lunar, lo mismo me da que me da lo mismo”, dice la economista feminista Luisa Mejías. “Lo cierto es que cuando todo paró no se dio una sola opción para conciliar lo productivo con lo reproductivo. Encima se pretendió añadir lo educativo en la cuenta de los hogares. Ha pasado casi un año de eso, ¿has visto tú alguna medida facilitadora para madres y padres trabajadores que no presuponiese que se puede teletrabajar cuidando o vivir sin cobrar? No hay que hacerse un master para ver que esto es insostenible”, concluye la experta.

“Hemos estado mucho tiempo pensando en cómo afrontar la cuestión, pero claro, con el tute que llevamos no encontrábamos el momento, y ahora, que no podemos más, hay una helada que cualquiera sale a la calle a protestar para que se le espaturre la chiquillada”, dice con voz cansada, María B, una de las portavoces de Desespere Parental (DP), un colectivo de familias creado entorno a la emergencia conciliatoria fruto de la emergencia sanitaria. “Muchas emergencias y cada vez menos paciencia”, reza la pegatina que luce la activista en su chaqueta.

“Era ver a mi madre todo el día trabajando o cuidándonos, trabajando o cuidándonos, te despertabas y ahí estaba currando, te ibas a dormir y ahí seguía currando”

Irina tiene 8 años pero ya ha visto cosas que vosotros no os creeriáis. Es la mayor de tres hermanos y la portavoz para Castilla la Mancha de la plataforma Infancia Hartita (IH), otra de las entidades convocantes. La niña guarda vivos recuerdos de los dos meses que pasó sin salir de casa en primavera. “Era ver a mi madre todo el día trabajando o cuidándonos, trabajando o cuidándonos, te despertabas y ahí estaba currando, te ibas a dormir y ahí seguía currando”, cuenta.

Cuando volvió al colegio, en los recreos, compañeritas y compañeritos pusieron en común el calamitoso estado de sus progenitores, la niña rememora historias terribles de madres gritando enloquecidas por los pasillos, amenazando con huir de casa, atendiendo a webconferencias en pijama. Salones convertidos en un escenario tenebroso de cosas tiradas, platos con comida e infantes con el pañal cagado.

“Cuando empezaron a confinarnos por clases y volvimos a ver esa mirada de enajenación y vértigo en nuestros progenitores, decidimos empezar a organizarnos. A las autoridades les pedimos que hagan algo: como vuelva a haber otro confinamiento sin medidas tendremos una epidemia de orfandad”, alerta Irina.

Zoe L., estudiante de segundo de Primaria y una de las impulsoras de I.H en Madrid señala con frustración: “Lo que nos pide el cuerpo es salir a armarla frente a los políticos que permiten esto. Pero en nuestra asamblea también estamos pensando en que hay problemas más micro a los que habría que dar respuesta. Es una cuestión cultural. Nuestros padres y madres no saben decir hasta aquí hemos llegado, pedir una baja, reclamar derechos. Esta subjetividad productivista les está matando, les llena de culpa”. En el joven colectivo infantil ya se plantean, de manera paralela a la huelga apocalíptica, recorrer los salones de su casa para manifestarse contra la culpa. “En particular la materna, que está muy arraigada”.


Aclaración: Todos los testimonios incluidos en este texto, así como la convocatoria de una huelga apocalíptica para el próximo 18 de enero, pertenecen —al menos de momento— al terreno de la ficción.

 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Subida salarial Las cuidadoras de Madrid suspenden la huelga tras la promesa de nuevos pliegos que permitan subir salarios
Dos de los tres sindicatos convocantes han dejado en suspenso el conflicto hasta la publicación de los pliegos, momento en el que desconvocarían oficialmente la huelga. OSAD se abstuvo de firmar el acuerdo con la patronal por ser “insuficiente”.
Comunidad de Madrid
Huelga indefinida Trabajadoras del SAD y familiares de residencias confluyen en una protesta por la precariedad en los cuidados
Las trabajadoras de atención a domicilio llevan en huelga más de un mes, y esperan materializar cuanto antes un preacuerdo alcanzado para su subida salarial. Familiares de Residencias denuncian la mercantilización que precariza los cuidados.
#80127
17/1/2021 14:36

Genia, grossa Babiker!!

0
0
#79974
15/1/2021 17:00

Gran artículo 😂👏👏👏👏👏👏

0
0
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
Medios públicos A TVG, condenada a rectificar por difundir unha información falsa sobre o BNG
A xustiza condena tamén ao director do ente público, Alfonso Sánchez Izquierdo, pola nova onde se afirmaba erradamente que o BNG non enviara representantes a un evento organizado pola Xunta e mais a Fundación Castelao para dar inicio ao Ano Castelao.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE da muestras de cansancio con Yolanda Díaz
Tanto en Moncloa como en Ferraz la opinión sobre la gestión política de la vicepresidenta está en mínimos. Sin criticar su labor en Trabajo, la tropa de Sánchez ya anhela un socio que impulse la unidad a su izquierda con la mira puesta en el 2027.
Palestina
Palestina Israel prohíbe regresar a los 40.000 palestinos desplazados en el norte de Cisjordania
El ejército de Israel desplaza a miles de sus casas en campos de refugiados en diferentes ciudades de Cisjordania ocupada. Mientras, Israel presiona para no llegar a una segunda fase de alto el fuego.
Turismo
Turismo depredador Poca agua, mucho turismo: la crisis hídrica amenaza las islas Eolias en Italia
Las islas italianas del Mediterráneo están acusando especialmente las consecuencias de la turistificación, pero también de una crisis hídrica sin precedentes provocada por el cambio climático. Es el caso de las islas Eolias, en el norte de Sicilia.
Palestina
Palestina Illan Pappé: “No esperaba esta magnitud de indiferencia europea ante lo que está sucediendo en Palestina”
El historiador de origen israelí no se ha sorprendido la violencia cometida por Hamás en octubre de 2023 ni de la reacción de Israel o el apoyo a Estados Unidos, pero sí de cómo ha abordado la cuestión la sociedad europea.
Argentina
Argentina Gauchito Gil, uno de los nuestros hace milagros
En enero, más de 620.000 personas llegaron a Mercedes, una localidad de la provincia de Corrientes, en Argentina. Caminando, de rodillas, a caballo, para agradecer y hacer promesas a un santo popular: el Gauchito Gil.

Últimas

Economía
Economía A Xunta de Rueda privatiza outra das residencias de maiores financiada por Amancio Ortega
Tanto esta residencia como a de Pontevedra, cuxa xestión tamén está en proceso de licitación, serán as próximas en abrir tras a entrada en funcionamento das de Santiago de Compostela e Lugo, que xa operan baixo o mesmo modelo.
Feminismos
En primeira persoa Relato dunha furgoneta roubada e un embarazo que perdemos
Temos que saber que para ter a liberdade de sentir sen morrer sepultadas no propio silencio é necesario que sexan habilitados, considerados e acompañados todos os xeitos, todas as dores, todas as dúbidas e todos os laios en tódolos ámbitos da vida.
Editorial
Editorial O Salto deixa de publicar en X
A asemblea deste proxecto informativo decidiu conxelar as súas publicacións na rede social propiedade de Elon Musk.
Oriente Próximo
Oriente próximo Abdullah Öcalan llama a deponer las armas para lograr la plena democracia para el pueblo kurdo
El líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán llama a la disolución de la organización. Ankara dice que “estudiará” la situación, que también influye sobre Siria, Irán, Iraq y la situación en los países de Oriente Próximo.
Más noticias
Macrogranjas
Maltrato animal Una investigación revela una nueva “masacre” en una granja de pollos que salpica a Mercadona
En España, la granja investigada comercializa el producto ‘Cuartos traseros de pollo’ en la cadena de Juan Roig y está certificada con el sello catalán Welfair de bienestar animal, según denuncia el colectivo ARDE que ha realizado la investigación.
Opinión
Opinión De Errejón a Monedero: reflexiones sobre el ciclo del desasosiego
¿Qué pasa cuando quien abusa ha sido o es tu compañero de filas, tu colega, alguien que se consideraba feminista, y no una caricatura facha o un incel de manual? ¿Cómo manejamos la complejidad?
Ley de dependencia
Derechos sociales Reclaman más financiación para la ley de dependencia ante el nuevo anteproyecto
Bustinduy garantiza como universales servicios como la teleasistencia o recibir sanidad se resida donde se resida, en referencia a los protocolos del covid en las residencias.

Recomendadas

Urbanismo
Urbanismo salvaxe Un pobo contra o asfalto: Bembrive e Mos rebélanse contra unha autovía que arrasará o seu pulmón verde
Veciñas e veciños conseguen presentar 25.000 alegacións contra unha estrutura de dez quilómetros, defendida xa só polo PSOE en Madrid e en Galiza, que partirá en dous unha poboación enteira e forzará a expropiación de decenas de vivendas.
Pensamiento
Mar García Puig “Habitar la metáfora es un peligro que merece la pena”
La escritora catalana Mar García Puig publica ‘Esta cosa de tinieblas’, un breve ensayo narrativo que defiende el poder liberador de la metáfora frente a una pureza simplificadora y paralizante.
Guerra en Ucrania
Geopolítica Trump fuerza a Zelensky a hipotecar la explotación de minerales críticos a cambio de su apoyo
Según el borrador del acuerdo comercial presentado por EE UU, esta potencia deberá obtener el 50% de todos los beneficios de las nuevas explotaciones minerales de Ucrania.
Represión
Represión Javitxu, desde la cárcel de Zuera: “Lo que peor llevo es estar lejos de la gente que más quiero”
Francisco Javier Aijón, Javitxu, es uno de ‘los seis de Zaragoza’. Entró en la cárcel el pasado mayo con una condena de casi cinco años basada en las declaraciones policiales durante el juicio.