Sindicatos
ELA, insumisa a la precariedad

El sindicato vasco ha reunido a más de 3.000 delegadas en un acto contra la precariedad en el pabellón de La Casilla. Desde 2016 no organizaban un acto de estas características. Prevén un año de intensa movilización debido a la situación económica.
Ela precariedad
Al terminar el acto en La Casilla, las delegadas de ELA se han manifestado contra la precariedad laboral. Imagen de ELA

Ha sido una mañana de baño de multitudes. De juntarse y abrazarse. De quererse y reconocerse. Y de prepararse para lo que viene. En el pabellón deportivo de La Casilla, antigua casa del Bilbao Basket, el sindicato ELA ha organizado un acto contra la precariedad al que estaban invitadas sus delegadas y delegados. Si en el pabellón caben 3.500 personas, excepto en las gradas más pegadas al escenario —donde peor visibilidad hay—, el espacio estaba lleno. Algo más de 3.000 personas reunidas un miércoles a las 10.30h para escuchar un discurso político sindical clásico, pero actualizado: no eres tú, no son los lunes, es el capitalismo, no necesitas un psicólogo, todas necesitamos un sindicato. “Combativo y de contrapoder”, han acotado desde el escenario. Porque todo lo demás —“mesas truncadas de diálogo social”— solo sirven para “perder el tiempo y la credibilidad”, ha apostillado su secretario general, Mitxel Lakuntza. 

En las gradas colgaban las pancartas de los conflictos laborales abiertos: las trabajadoras de residencias, las limpiadoras del IMQ, las dependientas de Douglas, los operarios de Vulcanizados, los despedidos de la rotativa del diario Deia, sanitarias de Osakidetza y muchas más. El músico Andoni Ollokiegi ha amenizado el acto. Pero lo de hoy no iba de huelgas concretas, sino de entender el punto de unión de todas ellas: la precariedad, la otra cara del capitalismo.

País Vasco
País Vasco La Justicia obliga al IMQ a readmitir a las 76 trabajadoras de la limpieza que despidió
La sentencia dictamina que el IMQ vulneró el derecho a huelga al despedir a las trabajadoras como represalia por sus movilizaciones para negociar un convenio colectivo, en el que querían abordar la brecha salarial. El fallo también considera que la empresa las discriminó por razón de sexo.

Si el sistema capitalista tuviera rostro, como lo tiene la religión católica con Jesucristo, en Euskadi podría ser el de Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, comentaba un sindicalista antes de entrar en La Casilla. Galán ganó 13,2 millones de euros en 2021; la compañía que preside, 3.885 millones. En un contexto económicamente deficitario para la mayoría de ciudadanos —contención salarial, aumento de la inflación—, unos pocos siguen acumulando riqueza. Mientras, representantes políticos, institucionales y las patronales han propuesto un pacto de rentas. 

El marco discursivo del capitalismo resulta etéreo y penetra hasta el fondo de las sociedades, con el objetivo de desclasarlas. Quizá por ello, reparto de riqueza ha sido el concepto más repetido hoy, junto con precariedad. Acompañándolo de cifras: un total de 541.600 personas en Euskadi (134.300 en Nafarroa, 407.300 en la CAV) tienen puestos de trabajo precarios, advierte el sindicato. Por ello, ELA reivindica un salario mínimo de 1.381 euros, incrementos salariales en función del IPC, la consolidación de los empleos públicos, un incremento de la plantilla de inspectores de trabajo, subrogación obligatoria para las trabajadoras de subcontratas y la publificación de las empresas energéticas.

“El sindicato ELA no estará en ningún acuerdo que haga más pobre a la clase trabajadora, a costa de nuestros sueldos, mientras las empresas siguen teniendo beneficios y pagando poco, o nada, a las arcas públicas”, Mitxel Lakuntza, secretario general
País Vasco
Fiscalidad Seis de las principales empresas vascas han pagado cero euros en el Impuesto de Sociedades
Un total de 22 grandes empresas obtuvieron en 2019 beneficios que ascendieron a 1.295 millones. Solo abonaron 98,7 millones a las arcas públicas. ELA solicita una reforma fiscal.

Lakuntza ha recordado que la inflación es anterior a la guerra en Ucrania. Son la “falta de materiales y suministros, la especulación de los carburantes y el sistema de fijación de precios de las eléctricas, que nos hacen pagar agua, sol y viento a precio de gas, lo que está detrás de la subida de la inflación”, indicó. Y ante esta problemática, ha tildado las medidas institucionales —un pacto de rentas— de “propuestas propias de la derecha, los políticos están siguiendo el manual del PP”. Por ello ha asegurado que ELA “no estará en ningún acuerdo que haga más pobre a la clase trabajadora, a costa de nuestros sueldos, mientras las empresas siguen teniendo beneficios y pagando poco, o nada, a las arcas públicas”.

No ha dirigido la crítica solamente a los gobiernos de Pedro Sánchez (PSOE) e Iñigo Urkullu (PNV) y la patronal Confebask, la ha extendido a los partidos de izquierda, nombrando a EH Bildu y Elkarrekin Podemos. “La izquierda debería entrar en la lucha sindical”, ha concluido. 

“No vamos a rehuir una buena pelea, tenemos un sindicato autónomo al que nadie le puede mandar”, Pello Igeregi, responsable de negociación colectiva
Crisis económica
Crisis La tormenta perfecta ya está aquí
Ucrania es un punto y seguido en la tormenta capitalista en ciernes, la llave maestra que abre la caja de los truenos de una espiral de consecuencias impredecibles.

Antes de que Mitxel Lakuntza subiera al atril, le han precedido los responsables de acción social, negociación colectiva, la federación de servicios y el abogado David Pena, quien ha señalado que, “cada vez que ganamos un juicio, estamos empoderando a la gente que sufre la precariedad”. 

Leire Gallego, responsable de acción social, ha recordado que las vallas instaladas en el barrio de Atxuri de Bilbao “son solo para algunas personas” —las personas sin techo—, y que mientras este sistema capitalista comete “homicidios institucionales” con los más vulnerables, ofrece enriquecerse a los empresarios con la venta de armas, “y sigue negando ampliar el presupuesto para Osakidetza, la educación pública, un parque de viviendas público y para la acogida de todos los refugiados, no solo algunos”. “No se busca una solución estructural, ni bajar beneficios”, ha concluido. 

Pello Igeregi, responsable de negociación colectiva, ha reconocido sentirse “emocionado” al subir al escenario de un espacio al que ha acudido a ver partidos de basquet y conciertos. Él ha hablado de subcontratas y contratos parciales que “no llegan a los 800 euros al mes” y ha enfatizado que el “reto” es “estructural”. “¿Cómo construir un sindicato de contrapoder, si nos faltan precisamente esas personas precarias?”, se ha preguntado. “No vamos a rehuir una buena pelea, tenemos un sindicato autónomo al que nadie le puede mandar”, ha respondido. El sindicato ELA es conocido por su amplia caja de resistencia, que abona 1.242 euros al mes a las personas que secundan una huelga. 

“Decía el escritor Miguel Delibes en Los santos inocentes que no hay rebelión frente a la injusticia. Suministrar cloroformo a la clase trabajadora, como diría Marx, es haber perdido la batalla de las ideas”, Mari Cruz Ekoro, responsable de servicios

Mari Cruz Ekoro, responsable de servicios y quien tiene como norte el fin de la brecha salarial, ha hablado de fijos discontinuos y de la estatalización de los convenios colectivos a la que obliga la reforma laboral. “El poso psicológico es lo más duro”, ha indicado. “Decía el escritor Miguel Delibes en Los santos inocentes que no hay rebelión frente a la injusticia. Suministrar cloroformo a la clase trabajadora, como diría Marx, es haber perdido la batalla de las ideas. Nuestra sociedad necesita un impulso sindical que requiere de todas, por lo que no solo vamos a convocar muchas huelgas, sino que vamos a dar un salto cualitativo incorporando la perspectiva de género en nuestras reivindicaciones”. Precisamente, algunas de las huelgas que el sindicato ha ganado han sido en sectores tan precarizados y feminizados como el de la limpieza.

“No nos conformamos con las migajas que se caen de la mesa, exigimos el reparto de la riqueza”, ha advertido Elkoro citando de nuevo a Delibes. Tras su discurso han subido al escenario la veintena de trabajadoras de Novaltia, la empresa distribuidora de medicamentos a farmacias. Hoy cumplían 989 días de huelga indefinida, la más larga de Europa en este momento. 

Una de las huelguistas, Helka Fernández, ha reconocido que “estos años de huelga están siendo duros” —llevan en huelga desde el 22 de julio de 2019—, y que lo que reivindican es sencillo: “Simplemente queremos condiciones dignas, no aceptamos ser precarias”. Cuando empezó la huelga, su salario era de 935 euros, con 1.768 horas de trabajo anuales, incluyendo la obligación de trabajar algunos domingos y festivos. 

“Somos insumisas a la precariedad”, ha resumido la presentadora del acto, Mirari Irune. Tras una hora y media a oscuras en un pabellón donde antaño se consiguieron triunfos deportivos, más de 3.000 delegadas sindicales han salido a la calle, donde lucía el sol, a manifestarse hasta las puertas de la patronal Confebask bajo el lema ¡No más trabajo precario!. ELA llevaba desde 2016 sin organizar un acto como el de hoy. Prevén un año de negociación colectiva intensa, que precisará de mucha movilización.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Bilbao
En el estacionamiento regulado Los trabajadores de Correos reciben multas del Ayuntamiento de Bilbao “por falta de medios”
La empresa no facilita a las personas trabajadoras la app OTA Bilbao, requerida por el Ayuntamiento para aparcar en estacionamientos regulados. Esto expone a la plantilla a sanciones y varias personas trabajadoras han sido multadas
Opinión
Opinión Imanol Pradales, unos presupuestos peores de lo esperado
El ejercicio de propaganda del Gobierno vasco consiste en dar los datos que le parece, eligiendo lo que considera que le pone en mejor situación ante los medios de comunicación, sin que nadie pueda acceder a los datos reales de los presupuestos.
País Vasco
Esther Saavedra “Osakidetza debe consolidar 20.000 plazas en una OPE extraordinaria de concurso de méritos”
Esther Saavedra (Bilbao, 1978) es portavoz de Osakidetza en el sindicato ELA desde 2017. Las elecciones sindicales se celebrarán el 28 de noviembre y 46.000 personas están censadas para votar.
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.
Paterna
Paterna Vandalizan el muro de Paterna donde el franquismo fusiló a 2.238 personas
El paredón amaneció este viernes con grandes letras pintadas con spray negro donde se podía leer “Sagredo eres maricón y tarado”, en referencia al alcalde del municipio.
Más noticias
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.