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Directo 14F Catalunya | PSC y ERC empatan a 33 escaños, Junts tiene 32

Con pocas novedades programáticas y un candidato que parte con el claro cartel de favorito, los partidos políticos se presentan hoy a unas elecciones autonómicas, las terceras en seis años, marcadas por la pandemia del coronavirus. Aunque aspira a ganar hoy, 14 de febrero, Salvador Illa, candidato del PSC, tendrá muy difícil formar gobierno. La ecuación para conformar la próxima Generalitat, de este modo, no se resolverá en la noche del domingo ni en la jornada del lunes, sino que los resultados del 14F abrirán un nuevo tiempo de vetos renovados con el factor de la repetición electoral presente.

Solo En Común Podem parece dispuesto a pelear por un Gobierno de izquierdas al que ya han renunciado Esquerra Republicana de Catalunya y la CUP, en cuanto consideran a Illa un representante renovado del unionismo que encarnan en el Parlament Ciudadanos y Partido Popular. Con total seguridad Vox se sumará esta noche a las bancadas anti-independentistas, posiblemente con más apoyos que el PP y quizá que un Ciudadanos que está en caída libre.

En el campo independentista, el president en funciones, Pere Aragonés, parece contar con ventaja en los sondeos sobre Laura Borrás, candidata de Junts Per Catalunya. Durante la última semana, y en función de las poco fiables encuestas “andorranas”, que aprovechan el vacío legal y la prohibición de publicar encuestas en la recta final de la campaña, ERC habría estabilizado su base y se habría frenado el empuje de Junts, que ha conseguido antes de que abran las urnas uno de sus objetivos: que los republicanos no contemplen la formación de un tripartit con PSC y En Comú Podem.

La abstención aparece como una consecuencia lógica de la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de mantener las elecciones en la fecha del 14F, a pesar de las medidas de lock down vigentes en todo el país. El desplome del voto puede llegar a ser de un 20% respecto a las elecciones de 2017, si bien no toda la abstención se podrá achacar a la situación sanitaria.

La gran incógnita de la noche será si la menor participación penalizará más a los partidos independentistas, a quienes penalizaría el desgaste del Procés y la anterior legislatura, marcada por la poca concreción en políticas desde la Generalitat durante el mandato de Quim Torra, o si su base está más movilizada que la mucho más amorfa y desdibujada base de los partidos unionistas. Entre estos, el reemplazo de Ciudadanos aporta una serie de incógnitas, como son saber si la mayor parte de ese voto se dirige automáticamente a Illa, quien participó en las manifestaciones en contra del Procés junto a la plana mayor del unionismo catalán, o si se decantará por la versión hardcore de orden y represión que propone Ignacio Garriga, candidato de Vox.

En cualquier caso, la abstención parece un tema antes generacional que ideológico. Según el último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, la juventud declara con mayor frecuencia que no irá a votar: un 20% de personas entre 25 y 34 años asegura que “con toda seguridad” no ejercerá hoy su derecho al voto.

La variable generacional también tiene especial protagonismo en unas elecciones en las que la oferta “de izquierdas” es abrumadoramente mayoritaria, especialmente tras la declaración por parte de Borràs de que JxCat se reconoce como un partido de izquierdas. La falta de un espacio netamente independentista desde posiciones identitarias o supremacistas es una característica única del movimiento secesionista catalán, si bien durante la campaña distintas voces dentro de JxCat han derivado pronto hacia esas premisas.

Las opciones de En Común Podem en la jornada de hoy parten desde la consolidación de su arrastre entre las franjas más jóvenes de edad, donde compite por el voto con ERC y, en menor medida con el PSC. La candidata Jéssica Albiach, que ha sido apoyada en campaña tanto por Pablo Iglesias como por Ada Colau, tiene una doble tarea: consolidar el espacio de los comunes tras el retroceso de 2017 y la salida de su principal referente ideológico, Xavier Domènech, y, por otra parte, dar una buena noticia al espacio de Unidas Podemos tras los descalabros autonómicos en Galicia y la Comunidad Autónoma Vasca y la sonora ruptura con Anticapitalistas en Andalucía.

También orientado hacia el voto de las franjas más jóvenes, la Candidatura d'Unitat Popular llega a estas elecciones en una posición de bloque similar a las de los comicios de 2017 pero con una candidata debutante, la exalcaldesa de Badalona Dolors Sabater. La CUP, según las encuestas, recuperará parte del voto perdido en 207 aunque se mantendrá alejado de su máximo histórico de 2015, año en el que contribuyó a la hoja de ruta hacia la Declaración Unilateral de Independencia con un 8,21% del voto. El carácter asambleario de los anticapitalistas de nuevo tendrá una prueba de toque en la posible repetición del apoyo a un Gobierno de JxCat y ERC, una vía que, aunque ha dado síntomas de agotamiento desde 2017, puede ser la única que sume una mayoría suficiente para la investidura.

Entre las posibilidades a explorar una vez conocidos los resultados está lo que el periodista de Critic Roger Palá ha llamado “el tripartit imposible”, el formado por ERC, CUP y En Comú Podem. Se trata de una opción más que remota que, para más dificultad debería contar con el apoyo en forma de abstención de JxCat o PSC.

Excluida esa posibilidad, la primera urgencia de la noche electoral está en saber cuánto suman los dos grandes bloques que compiten en la noche, formados por partidos o coaliciones que a su vez compiten entre sí. 

Tanto la encuesta del CIS como la de GESOP coinciden en presentar un panorama de leve retroceso de las opciones combinadas de JxCat, ERC y CUP, que sumarían un 42,8% en el español CIS y un 46,98% en GESOP. Son resultados inferiores al 47,49% de 2017 y al 47,8% que se obtuvo en 2015. Por tanto, será una sorpresa si finalmente los tres partidos independentistas alcanzan el objetivo del 50% del voto para revitalizar la vía unilateral.

Se suman a las dificultades propias de la desmovilización generada por el covid-19 la presencia de dos partidos “robavotos”, el PdeCat de Àngels Chacón, apoyado por el expresident Artur Mas y el mismísimo Partido Nacionalista Vasco, que puede entrar con tres diputados en el hemiciclo, y el Partit Nacionalista de Catalunya, liderado por Marta Pascal, sin opciones plausibles de estar en el Parlament en la próxima legislatura.

Poco hay que no se haya dicho ya en el bloque unionista. Illa parece un candidato con alguna opción más de las que tuvo en 2017 Inés Arrimadas para tratar de formar Gobierno si se confirma su victoria electoral, pero no podrá hacerlo con el resto de las bancadas del nacionalismo español, ya que no será suficiente. No es previsible además, que En Común Podem, actor imprescindible para que el proyecto Illa salga adelante, acepte asociar su imagen a la abstención de Vox en una investidura del PSC que, a buen seguro, daría más argumentos a quienes defienden la idea de la “España irreformable”.

Con el segundo avance de participación han saltado las alarmas. A las 18h solo ha votado el 45,72% del censo, lo que supone un descenso del 23% respecto a los últimos comicios, en 2017, en los que a las 18h había votado el 68,26% de la población con este derecho reconocido.

La mayor circunscripción, Barcelona, se encuentra ligeramente por debajo de la media de Catalunya. Ha votado el 45,93% del censo, frente al 68,58% que lo hizo en 2017. En Lleida ha votado el 46,16% y en Girona el 47,04% de la población. El mayor descenso se produce en Tarragona, donde la participación a las 18h se ha situado en el 42,48% del censo.

Las provincias de Girona y Lleida, en las que la bajada de participación está siendo menos acentuada que en Barcelona o Tarragona, son también las que presentan mayos grado de sentimiento nacionalista catalán y menor grado de nacionalismo español.

La participación en Barcelona ciudad (47,41%) es superior a la de la provincia (45,92%), si bien aquellos municipios con más voto independentistas como Vic, superan con mucho la media del resto del país: ha votado el 50%.

La disparidad demográfica de las provincias es un factor clave de análisis de las elecciones en Catalunya. Solo en Barcelona se deciden 85 de los 135 escaños que compondrán el próximo Parlament. Aún así, el reparto de los votos según los distintos municipios se mantiene estable, con ligeras variaciones.

ERC, por ejemplo, presenta más fidelidad en el voto dentro de los núcleos urbanos pequeños, hasta 10.000 habitantes, y su rendimiento en la ciudad de Barcelona está por debajo de su media. En Comú Podem, por el contrario, eleva su media gracias al voto en la metrópolis, donde roza el 9% de los sufragios, y se desvía de su media en las ciudades medianas.

Para el PSC la victoria en los comicios de hoy pasa por consolidar su ventaja en la ciudad de Barcelona, donde según el Barómetro del CIS, obtendrá 18 de cada cien sufragios.

Como en cada jornada electoral, más en las que se producen en situación de estado de alarma, se han producido distintos incidentes de poca gravedad. En Barcelona, cinco activistas de Femen han protestado frente al colegio La Salle Bonanova donde votaba el candidato de extrema derecha Ignacio Garriga.

En Tarragona, el presidente de una mesa ha aparecido disfrazado de payaso.

Los y las candidatas han ejercido su derecho al voto a lo largo de la mañana. Desde Unidas Podemos se ha protestado por el hecho de que en el resumen de la jornada en informativo Telecinco no se ha incluido a la candidata de En Común Podem. La cadena de Mediaset tampoco ha incluido en su pieza a la candidata de la CUP.

Una crónica de las primeras horas de la jornada electoral del 14 de febrero en Catalunya por el colaborador de El Salto, Marc Almodóvar.

Respeto relativo a las franjas horarias. Se supone que las tres primeras horas son para la gente vulnerable, pero en las colas se ven algunos pipiolos haciéndose los suecos. A ultima hora los miembros de la mesa se vestirán de astronautas para que voten los positivos de covid, aunque nadie ha aclarado quién controla que estos no se salten también los horarios.

En esta época de los protocolos para todo está siempre el que prefiere no darse nunca por aludido.

Todo por el voto. Esta vez sí. Hoy hay gente en Catalunya que votará en castillos, mercados y hasta en la antigua plaza de toros de Tarragona. Todo por el bicho, que diría aquel. 23 pabellones deportivos; hasta el auditorio del Camp Nou es hoy un centro de voto. Ahí unos chavales miran de organizar la cola, que aunque ágil es enorme, en unos de los barrios que en los últimas votaciones ha funcionado como una especie de Iowa catalán.

Se han registrado 284.706 solicitudes para votar por correo (un aumento del 350% con respecto a las elecciones de 2017). Únicamente en la ciudad de Barcelona hay 9.600 peticiones de este tipo. Le siguen Lleida (926), Tarragona (736) y Girona (668). Y sobre todo ello planea la duda de hasta dónde llegará la abstención —que podría llegar a ser la más elevada de toda la historia— y a qué partidos puede perjudicar más. Por ahora, según las encuestas del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) son los votantes de la Candidatura d’Unitat Popular-Guanyem (CUP-Guanyem) y Junts los más motivados para acudir a las urnas, en un 74% y un 73% respectivamente.

El voto exterior ha caído un 60% respecto a 2017, 15.852 residentes en el exterior han pedido el voto.

JxCat superó el 50% de los votos en 2017 en Matadepera, el municipio con renta per cápita más alta de Catalunya y de España. En Batea (Tarragona), el pueblo con menos renta media de Catalunya, ERC obtuvo un 30% de los votos y fue la fuerza más votada en 2017.

El sondeo de la consultora GAD3, publicada a las 20h por TV3, otorga la victoria de las elecciones del 14F a ERC (36-38 escaños), seguidos muy de cerca por PSC (34-35). Junts per Catalunya conseguiría entre 30 y 33 escaños. Cuatro partidos se disputarían la cuarta posición: la CUP (7 parlamentarios), En Comú Podem (6-7), Vox, que entraría al Parlament de Catalunya con 6-7 diputados, mientras que Ciutadans se desplomarían a 6-7. Le seguiría el PP con 4-5 representantes y PDeCAT, que podría entrar al Parlament con entre cero y dos escaños.

El sondeo de GAD3 para TV3 da la victoria electoral a ERC, que podrá intentar obtener una mayoría para la investidura con los votos de JxCat y la CUP, juntos sumarían más escaños que nunca y podrían llegar al simbólico 50% de los votos. Los partidos independentistas sumarían entre 73 y 78 asientos.

Vox puede convertirse esta noche en el partido alfa de la derecha española en Catalunya. El sondeo de TV3 da cinco diputados a la extrema derecha en la provincia de Barcelona para un total de 6 o 7 diputados. Son los mismos que Ciudadanos, que se desploma desde los 36 que obtuvo en 2017. La fuerza ultra también superará claramente, según el sondeo, al Partido Popular, 

El recuento ha empezado a gotear desde las 20:05h. Los resultados con el 0,10% no son concluyentes. En las distintas sedes de los partidos con opciones hay expectación y cierto entusiasmo en algunos casos, como en el PSC, que se ve “en la carrera” por ganar las elecciones, a pesar de que los sondeos dan como ganador a Esquerra Republicana de Catalunya. PdeCat puede ser el último partido en entrar, aspira a dos escaños, en Girona, Lelida y Tarragona, y podría entrar en el Parlament sin obtener un asiento por Barcelona.

La periodista de El País Elsa García de Blas ha informado en su cuenta de Twitter de que Ciudadanos ya ha planteado una rendición de cuentas mañana en su comité ejecutivo. El partido de Carlos Carrizosa puede perder 30 diputados respecto a 2017. Sus electores irán en masa al PSC y Vox amenaza con superar a Ciudadanos como primer partido de la derecha nacionalista española.

Ciudadanos convoca comité ejecutivo mañana lunes para analizar los resultados. El órgano se reunirá a las siete de la tarde. El desplome del partido que anticipan las encuestas augura una convulsión interna.

— Elsa García de Blas (@ElsaGarciad) February 14, 2021

Triple empate entre JxCat, ERC y PSC en el sondeo de Betevé hecho para El Periódico. Los socialistas serían los más votados, pero los tres partidos están en la misma horquilla, entre 31 y 33 diputados en el Parlament. Vox sería la cuarta fuerza en este sondeo y superaría los diez diputados.

El sondeo da como quinta fuerza a En Común Podem, con 8 o 9 diputados. Después iría la CUP, 7-8 y las dos fuerzas subsidiarias del nacionalismo español, PP y Ciudadanos, con 6 o 7 diputados. El PdeCat depende de un par de décimas de votos para asegurar su presencia con dos diputados.

El Español, que ha encargado un sondeo a Sociométrica, es el único que da una victoria en solitario a JxCat, que repetiría el escenario de 2017 con el 23,1 de los votos. PSC, con 20,2% se impondría también a ERC, 18,5%. En este sondeo, Ciudadanos supera a Vox y a En Común Podem, la CUP sería la séptima fuerza en un Palamento en el que estará el PP y, también según este sondeo, puede entrar PdeCAT.

Con los primeros datos de escrutinio se van situando los tres contendientes en las elecciones del 14 de febrero. PSC, ERC y Junts se sitúan en una franja de dos escaños, tendrían 34, 33 y 32 respectivamente. Vox sería la cuarta fuerza política. La CUP consigue mejorar su resultado de 2017 y En Común Podem perdería un diputado y se situaría con siete, como sexta fuerza. 

La Candidatura d'Unitat Popular va a mejorar sus resultados de 2017. Entra con diez diputados en el Parlament, seis más de los que obtuvo en 2017. Ciudades grandes como Sabadell, Terrasa o Badalona ya llevan escrutado más del 10% del voto.

Con el 13% de los votos escrutados, el PSC lidera el voto en 55 municipios, la mayoría en el cinturón industrial de Barcelona, donde los votos se traducen en más escaños. ERC domina las comarcas de Tarragona, mientras Junts per Catalunya lo hace en Lleida y Girona.

El PSC gana con rotundidad en Barcelona con el 8% escrutado. Obtiene un 26% de los votos. ERC es segunda fuerza con 18,71%.

🛑 El independentismo suma apoyos respecto a 2017, el PSC gana las elecciones. El escrutinio va ya por el 46,88%. PSC obtiene un 24,28% de los votos y gana las elecciones. El independentismo mejora sus resultados pero se queda a las puertas del 50%. ERC y Junts están empatados a 32 escaños y pugnarán por sel el partido alfa del próximo Gobierno.

El PSC consolida su victoria, con un tercio del voto escrutado en la provincia de Barcelona. Vox entra en todas las circunscripciones.

El último escaño de Lleida está en una situación de máxima disputa. Ahora mismo Junts saca 118 votos, con el 64% escrutado al PSC. PdeCat tiene su mejor opción de estar el Parlament en esta provincia.

En Barcelona, 1.300 votos separan a Junts del escaño 19 de ERC. En Girona, los republicanos están a 636 votos de arrebatárselo a la CUP, mientras que en Tarragona la derecha protagoniza una lucha por el último escaño que obtiene Vox y que el PP ve a casi mil votos de diferencia.